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Tarot Terapia: La Sacerdotisa

Seguimos con la Terapia del Tarot ahora con la lámina denominada LA SACERDOTISA que está numerada con el DOS.

Símbolo de los opuestos; nos comunica al mirarla, sobre todo, el poder de la sabiduría oculta, que el ser humano siempre busca fuera de sí mismo, cuando es en su interior que ella habita.
Esta lámina nos sugiere la idea de soledad, porque es a solas con nosotros mismos como alcanzamos a ver el ruido del ego inferior. Sólo cuando cese el ruido en cada ego y el hombre se gobierne a sí mismo, la sabiduría oculta se le hará audible y visible.
Quizá es por ello que los antiguos se iban a los desiertos y a las cavernas más inhóspitas, se distanciaban y alejaban de lo mundano y vulgar, para regresar cuando la plenitud del conocimiento se instalaba en ellos, volviendo al mundo con su ejemplo, a veces silencioso, para hacer posible a otros el llegar a lo mismo.
Así pues, si «El Mago» nos hablaba de la concentración necesaria antes de toda acción, la lámina denominada «La Sacerdotisa» nos va a hablar ahora de la meditación necesaria antes de poner en marcha dichas acciones. Así, despacio y poco a. poco, vamos a ir comprendiendo cómo el primer septenano del Tarot nos muestra las funciones correctas de la mente para que todo ser humano pueda convertirse en artesano de su propia vida y en un ser de buena voluntad,
La atribución astrológica de esta lámina es la Luna, señora de la noche y reflectora de la luz solar; por ello es símbolo de reflexión, de pasividad, de duplicidad, de similitud y espejo, las mismas propiedades que tiene nuestra mente subconsciente, sede de la memoria, que es a quien representa sobre todo este arcano.
La luna, con su periodicidad y ritmo, marca los distintos estados que el aprendiz inalterablemente sentirá pasar por dentro de sí; por lo cual, cuando trabajes con esta lámina, observarás que la memoria y su mejora es el poder básico que con su meditación sobre todo puedes conseguir; y no sólo eso, sino que también conseguirás ir hacia la absoluta abstención de acción por lo que puedas llegar a recordar; por muy doloroso que sea, esta lámina te ayudará a revivirlo todo desde la distancia segura sin que se alborote tu mente consciente con ningún detalle y sin que des mayor importancia a lo que a veces hallarás contenido en tu memoria subconsciente, pudiendo llegar a recordar aquellos puntos verdaderamente significativos e importantes que precises trabajar en cada experiencia de tu vida sin que ello te perjudique.
La memoria es el poder básico del subconsciente, que es la parte de nuestra mente que rige esta lámina, que reúne en su simbología y profundos detalles todo lo que se necesita saber para hacer uso práctico y máximo de dicha memoria; a través de meditar en ella cada día agilizaremos el poder de la misma, obteniendo la habilidad de duplicar las experiencias pasadas; tal habilidad presupone concentración y atención, y aquí quiero hacerte notar algo importante: en el estudio del Tarot sólo podrás usar las láminas con verdadera efectividad cuando éstas ya estén impresas en tu corazón mental, es decir, sólo cuando hayas adquirido sus cualidades dentro de ti.
Ejemplo: la meditación en la Sacerdotisa puede hacerte entrar en el Akasha, o libro sagrado de la vida universal, pero antes tendrás que haber obtenido de la meditación con El Mago el poder de la concentración y atención, pues, si no es así, la Sacerdotisa no te comunicará sus secretos de sabiduría oculta.
¿Acaso no es falta de atención muchas veces aquello que llamamos falta de memoria? Si la atención con la que observas lo que ocurre está, digamos, mal enfocada, esto es, no se dirige hacia lo que sucede, lo que aparecerá será borroso o confuso; de ahí que el primer requisito para mejorar el poder de la memoria es el de asegurarnos estar siempre alerta, despiertos en el aquí y ahora, pues de lo contrario lo que ocurra se nos olvidará; y la contradicción humana es muy curiosa porque solemos prestar atención casi siempre a lo que no es verdaderamente importante, perdiéndonos en naderías.
Piensa ahora en los muchos esfuerzos que alguna vez habrás hecho para recordar algo y cómo ese algo se rehusaba a ir apareciendo en la superficie de tu mente, sobre todo, si lo que querías recordar cuando lo recibiste e impresionaste hacia dentro no lo fue desde la atención clara y nítida, es decir, desde la máxima concentración.

APLICACIONES DE LA SACERDOTISA

En el plano mental, en el caso de que quieras paliar tu falta de memoria, podrás hacer lo siguiente, por ejemplo, si eres un estudiante, antes de ir a un examen: simplemente te sientas en una silla alta delante de la mesa en tu espacio personal, cierras los ojos y, respirando conscientemente, relajas todos tus músculos y nervios, repasándolos despacio y ordenándoles que se distiendan, procurando que tu espalda esté siempre erguida y los hombros relajados; entonces mira la lámina, respírala, déjate fluir en ella, observando sobre todo sus tonos azulados, notando cómo los atraes hacia ti mientras el aire entra y sale; en ese momento es muy posible que desde esa actitud vuelvas dentro de la mente al momento de las explicaciones de tu profesor, y en ese estado total de relax y tranquilidad, posiblemente recuerdes palabras y aspectos, incluso cosas y motivos de dichos momentos.
Proporciónale a tu subconsciente una buena oportunidad para demostrarte de lo que es capaz; esto es, suminístrale imágenes claras y así tu sistema automático natural pondrá en orden el almacén de datos, porqué las leyes de la memoria trabajan automáticamente; usa de esta lámina antes de cualquier examen y verás los resultados, y de forma general utilízala en cualquier tipo de preparación intelectual o de estudio.
Es un fuerte antiséptico y calmante por su gama de colorido azulado; sirve para evitar tanto problema de tiroides hiperactivo como vocales o de comunicación, y, sobre todo, medita en ella para entrar en contacto con tu verdad silenciosa, la cual te hará alcanzar paz interna.
La Suma Sacerdotisa es el símbolo de lo pasivo y lo femenino. La intuición del subconsciente.
En el Árbol de la Vida va por el sendero que une a KETHER (corona) con TIPHARET (belleza), por eso se la llama «corona de belleza». La letra que le corresponde en el alfabeto hebreo es GHIMEL, que significa camello, símbolo seguramente elegido entre otras cosas por la capacidad de almacenar de este animal. Si meditas cada día en esta lámina, sabrás mucho más de tu subconsciente de lo que supones.
Esta lámina, además, puede ayudarte para desarrollar la clarividencia, y también si se presentan dificultades con los padres o con el principio de autoridad.
Pinta tu lámina con los colores que tú elijas, evalúa tu trabajo del modo siguiente, ejemplo: Si has elegido el color predominante amarillo o rojo, deberás plantearte un exceso de confusión (amarillo) o ira (rojo), ya que el color adecuado en esta lámina es toda la gama de azules.
Si fuesen tonos verdes, deberás plantearte la posibilidad de un descanso en la naturaleza, ya que tu interior al hacerte elegir este color te avisa de una necesidad de mayor apertura de conciencia antes de descubrir los secretos que tiene la lámina número dos denominada La Sacerdotisa.
En la práctica, esta lámina te puede ayudar en todas las situaciones oscuras, presentidas desde lo indefinible; en los tiempos que tengas melancolía, depresión, misterios sin resolver, donde se requiera de la intuición y discreción para salir airoso.
Sólo por el simple hecho de meditar en ella sin pretender nada, alcanzarás grandes cotas de relax y silencio.
En el plano físico; podrás usada siempre que te encuentres nervioso/a o exaltado/a o padezcas de insomnio.
Rige en tu cuerpo la glándula pituitaria, el ojo izquierdo y la zona de la nariz, con lo cual podrás utilizada en caso de tener dificultades en esas zonas; también en problemas de útero o vaginales, en las alergias de todo tipo.
Esta lámina puede provocarte sueños premonitorios o proféticos sobre tus dolencias; si la meditas antes de dormir y si duermes con ella algunas noches seguidas, seguro que aparece en tus sueños la simbología adecuada para descubrir qué es lo que te sucede realmente.

FÓRMULA MEDITATIVA CON LA SACERDOTISA

Elige un día en el que la Luna vaya a estar en cuarto creciente; para saberlo, podrás consultar unas horas planetarias o calendarios astrológicos.
Dúchate y, a ser posible, vístete totalmente con tonos azulados en toda su amplia gama. Enciende varillas de jazmín y sándalo, poniéndote en las sienes y en la nuca un poco de bálsamo de tigre: que podras adquirir en cualquier buena herboristería.
Enciende una vela azul añil, toca la campana solamente por encima de tu cabeza y siéntate delante de tu mesa en tu espacio personal, en esta ocasión en una silla alta, procurando mantener constantemente la espalda erguida y los hombros relajados y no moverte en absoluto durante todo el tiempo que dure la meditación.
Tendrás la lámina en esta ocasión encima de tu regazo; cogiéndola con ambas manos y reposando en ella tu mirada, irás respirando suavemente del siguiente modo: la inspiración será lenta y la espiración rápida; esto moverá en tu interior la energía de tipo YIN, la cual te hará entrar en estados serenos y ratorio todo el tiempo.
Simplemente con mirada por espacio de más de 25 minutos, parpadeando algunas veces para no cansar la vista, este mandala de La Sacerdotisa te ofrecerá el mejoramiento de tu memoria, ella despertará tu subconsciente” te propiciará el auto análisis y la síntesis, dándote la posibilidad de ver claro (clarividencia), y si hubiese algún trauma antiguo o problema, te ayudará a salir airoso/a de él.
Cuando medites en cualquier lámina de Tarot, no tengas como objetivo primordial la prisa por alcanzar lo que busques; la tenacidad y la constancia te habrán alcanzado. El tarot es sabio y jamás te dañará.
La música para meditar en la Sacerdotisa podría ir desde sonidos de agua hasta arpas, violines y pianos.
Para salir de esta meditación, simplemente comenzarás moviendo los dedos de los pies; luego, dándole la gracias, mirarás a los ojos de La Sacerdotisa y la depositarás encima de la mesa te levantarás despacio, te estirarás y bostezarás y beberás un poco de agua a pequeños sorbos y escribirás en tu diario lo que hayas experimentado.
Otra meditación ideal será que te sientes delante de La Sacerdotisa y la mires un momento; luego, cerrando tus ojos, visualiza un sendero que lleva a un jardín bellísimo, donde en medio hay unas escaleras de mármol que descienden a lo más profundo de la tierra; ve observándote cómo desciendes uno a uno los peldaños, que en total serán 22; una vez en el último, llegarás a una estancia cuadrada de esmeraldas y rubíes; allí te saldrá o te encontrarás con alguien; deja que surja la figura, sin forzada ni forjada tú, y síguela; verás que te llevará a una estancia circular donde hay veintidós puertas; fíjate que en cada una de ellas hay un número del 0 al 21 y piensa en cuál de ellas te apetecería entrar y en cuál no.
Entra entonces en la que no te apetecía entrar, forzando incluso con tu poder mental para que se abra (en caso de que notases alguna resistencia), y luego, una vez dentro, observa todo lo que te salga al paso.
En esta meditación hay que ir con calma por cada una de las veintidós estancias; todas ellas tienen que ver con el Tarot y desde la cero hasta la veintiuna todas guardan el gran secreto de tu subconsciente.

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