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Tarot Terapia: El Carro

Se llama EL CARRO. Su número es el SIETE; representa esta lámina a todo lo que de espiritual y metafísico hay en nuestra mente, pues es en EL CARRO donde se reúnen, por decido de algún modo, las anteriores láminas

Es a través del movimiento (que es lo que significa en general esta lámina) como todo lo que hay en el universo se pone en marcha; siempre que se me aparece en meditación esta lámina es como el anuncio de una prueba de fe, algo nos aguarda más adelante y debemos ponernos en marcha hacia ello.
En la mitología podemos encontrar el mito de El Carro de fuego en la leyenda de diversos héroes. Heráclito decía: «Hay un momento en la vida de todo ser en que todo se convierte en fuego, y del fuego todo nace.» hoy en día hemos aprendido y comprendido (algunos) que vivimos inmersos en un mar de energías y radiaciones, con un vasto espectro de vibración y frecuencia, y que a veces sólo percibimos de todo ello una porción diminuta; en la mitología, Promete o descubre el secreto del fuego a los hombres y es castigado a que un ave le devore el hígado cada día.
El fuego está asociado con la pasión sexual, el ardor, la ira, la excitación, la inspiración y la visión, la fuerza vital. Nuestro hígado es el centro donde se procesa la purificación, la purgación, la destrucción y la disolución; toda transformación de la voluntad, que es lo que esta carta simboliza, debe ir aparejada con periodos de paz y tranquilidad, esto es, soledad, ayuno, elementos útiles y necesarios para conseguir de un modo equilibrado y progresivo la transformación y purificación psicofísica: el trabajo con el elemento fuego es uno de los últimos en realizarse; primero conocemos nuestra tierra, es decir, nuestro cuerpo; luego conocemos nuestra agua, esto es, nuestras emociones y sentimientos; más tarde estos conocimientos previos nos llevan al equilibrio de nuestro aire (plano mental), y, por fin, podemos trabajar el fuego, equivalente al trabajo de introducir el espíritu dentro de la materia.
En las distintas culturas podemos ver cómo este trabajo último se denomina la Unión. En el Antiguo Testamento se dice: «El Señor nuestro Dios es un fuego que consume», y a menudo se nos habla de la representación divina como ZARZA ARDIENTE O PILAR DE FUEGO; Jesús dice: «YO HE VENIDO A ECHAR FUEGO EN LA TIERRA, ¿Y QUÉ HE DE QUERER SINO QUE SE ENCIENDA?», y dice también: «EL QUE ESTÁ CERCA DE MÍ ESTÁ CERCA DEL FUEGO, Y EL QUE ESTÁ LEJOS DE MÍ ESTÁ LEJOS DEL REINO.» Es muy posible que cuando medites en esta lámina tengas incluso accesos de fiebre, no lo tomes como un síntoma de enfermedad, a menos que estuvieses enfermo ya antes, sino como un síntoma de que la lámina y su magia personal está eliminando toxinas y bacterias y acelerando un proceso de curación. Estos procesos pertenecen a la alquimia, el éxtasis místico, o incluso en las psicosis caóticas. La disciplina física y espiritual nos hará percibir todo este movimiento interno como fuerzas limpiadoras y purificantes.
Si observamos algunas láminas número siete en varios Tarots, veremos que las esfinges, o los caballos que están delante de El Carro, suelen estar pintados de color azul o negro (energía yin) y de color blanco o rojo (energía yang). Además, si nos fijamos, veremos que en casi todas las barajas del Tarot el conductor de El Carro no tiene las riendas del mismo en sus manos, es decir, no es el plano físico el que controla dichas energías o fuerzas de tiro; es por ello que, a veces, en el sendero de la vida hay que caminar sólo guiados por la fe.
Esta lámina es un catalizador de energía; toda ella emana indicios de salud, de movimiento, de vida y, al igual que LA TEMPLANZA o EL SOL, nos comunica la idea de energías en equilibrio; es en esta lámina donde preferentemente podemos ver que las energías no sólo están en equilibrio, sino que se mueven hacia delante en giro positivo como las agujas de un reloj.
El número «siete» es desde siempre el número de lo mágico; siete son los días de la semana; siete son las notas musicales; siete los planetas de la Antigüedad que eran tenidos por sagrados; siete los colores; siete los centros energéticos; siete las glándulas endocrinas principales. En fin, SIETE son los orificios que hay en nuestra cabeza.
Geométricamente, esta lámina tiene en sí todas las formas: el cuadrado, que es la base donde se apoya el conductor, cuya figura nos recuerda al triángulo; el círculo en sus ruedas; las líneas paralelas en los animales de tiro. La lectura geométrica oculta de esta lámina sería: la materia (cuadrado) se sustenta y existe por el movimiento evolutivo del espíritu (ruedas circulares), quien a través de su doble energía da lugar a los actos creadores; y el axioma de esta lámina sería: «Cuando la ciencia entre en tu corazón y la sabiduría sea dulce a tu alma, pide y todo te será concedido.»
El carro representa al cuerpo físico como vehículo que se nos da para alcanzar metas espirituales. Este arcano representa que, una vez que la mente está preparada, se ponen en marcha las siete ruedas de los centros energéticos derramando su fuerza en sus respectivas capas áuricas y mejorando todo nuestro ser.
El número siete está formado por dos ternarios y una unidad, es el amor responsable (6) de la voluntad consciente (1); un triángulo con el vórtice hacia abajo y otro enlazándose con el vórtice hacia arriba y el punto en el centro de la figura hexagonal; simboliza el mandala superior de esta lámina, lo que se conoce como sello de Salomón, representativo del macrocosmos y de los siete estados de todas las cosas: físico, etérico, astral, mental, lumínico, radiante y espiritual, o las siete direcciones: norte, sur, este, oeste, arriba, abajo y centro.

APLICACIONES DE EL CARRO

En el plano mental es una lámina que podemos utilizar en los desplazamientos a países desconocidos .para calmarnos en caso de tener angustias y, sobre todo, cuando debamos tener un sentido de orientación idóneo; por ejemplo, es la lámina que yo me llevaría en caso de viajar al desierto (además de una buena brújula…).
“En el plano físico representa, sobre todo, a las glándulas endocrinas y al sistema nervioso central, también a los distintos planos mentales de nuestro cerebro, gracias a los cuales la vida fluye por nosotros. Esta lámina nos habla, fundamentalmente, de la energía de la vida, con lo cual está indicada junto a las láminas llamadas La Templanza y La Estrella para restablecer la salud y el desequilibrio energético-mental.
Debemos utilizada en las enfermedades del aparato locomotor, las de transmisión sexual y las llamadas enfermedades tropicales, en ansiedades y claustrofobias; es un buen desintoxicador; además, su meditación diaria aporta valentía y coraje.
Esta lámina también puede usarse a niveles terapéuticos en la distancia paciente-sanador como un mandala curativo poniendo la foto de la persona a sanar encima de ella.

FÓRMULA MEDITATIVA CON EL CARRO

Meditemos en esta lámina antes de cualquier acción para poder ejecutada adecuadamente.
Una vez en nuestro espacio personal, encenderemos varillas de opium flowers y de sándalo; colocaremos la lámina en la zona central de nuestra mesa y encenderemos siete velas de los colores del arco iris, nos quedaremos de pie, procurando mantener la espalda recta, y durante instantes escucharemos la música elegida mirando simplemente a la lámina; luego cerraremos los ojos y trataremos de sentir o imaginar que un triángulo equilátero muy luminoso de color blanco con su vórtice hacia abajo está encima de nuestra cabeza, y que comienza a descender hasta que la punta de su vórtice toca en nuestra planta de los pies.
Imaginemos entonces que un triángulo luminoso de color rojo claro con el vórtice hacia arriba está por debajo de nuestros pies y que comienza a subir hasta tocar con su punta la parte superior de nuestra cabeza, quedando nuestro corazón en el centro. Esta meditación puede protegernos de cualquier mal.
La música a usar en esta lámina debe de ser de tipo suave, romántica, cálida, algo así como hawaiana o balinesa, y si puedes encontrar la música de los indios tabahara, pues mejor.
El modo de salir de esta meditación será poniendo los brazos estirados en cruz e ir lentamente elevándolos por encima de la cabeza hasta que las palmas se toquen, deseendiéndolas hasta el centro de nuestro plexo solar o corazón, allí las dejaremos un instante mientras abrimos los ojos y nos despedimos del AURIGA o vencedor de la Luz, quien de algún modo se ha convertido en nosotros.
Cuando esta lámina aparece al revés en meditaciones o visualizaciones, indica falta de sinceridad con uno mismo, por lo que yo aconsejo meditada muy a menudo para favorecer el conocernos cada vez más y más profundamente.

FÓRMULA MEDITATIVA DE CHAKRAS, COLORES Y ARCANOS

Primero deberás darte una ducha bien caliente, frotando la piel con esencias de romero o salvia, para terminar dejando caer el agua suavemente desde la coronilla cada vez un poco más fría, luego te envolverás en una sábana blanca y te irás a tu espacio personal donde descansarás bien arropado unos segundos; acto seguido te colocarás la túnica del color que más te guste, encenderás SIETE velas blancas e irás eligiendo los arcanos del chakra a trabajar juntamente con las cartulinas de colores que le corresponden; una vez hecho esto, te sentarás en tu posición más cómoda y observarás las cartulinas de colores, respirando de modo tal que sientas cómo éstos son absorbidos sutilmente «colocándose» en el núcleo del chakra; después harás lo mismo con cada lámina; mi recomendación es que primero utilices un día de la semana para cada chakra y que hagas hincapié luego en aquellos que sean más conflictivos; esto en el caso de que tu trabajo meditativo sea para desbloquear o sedar los chakras; en el caso de activarlos puedes hacerla todo seguido el mismo día si dispones del tiempo suficiente; si no, mejor en varios días.

PRIMER CHAKRA

Situado en el sacro. Lo estimulan y activan los colores verde, índigo, violeta, el rojo y el naranja. Lo calman y sedan los amarillos y azules y sólo el verde lo desbloquea. Las láminas a usar serían El Mago, La Sacerdotisa o El Loco, por separado cada una y a ser posible tres días consecutivos.

SEGUNDO CHAKRA

Situado en el bazo. Lo estimulan los colores rojo, naranja, amarillo, verde. Lo calman el azul, índigo y violeta, y sólo el azul y violeta lo desbloquean. En este caso, las láminas serían La Emperatriz, El Emperador o el Sumo Sacerdote.

TERCER CHAKRA

Situado en la zona hepática. Lo estimulan los colores rojo, naranja, amarillo verde y violeta. Lo calman el azul y el índigo. Sólo lo desbloquea el azul. Usaremos las láminas denomina- das Los Amantes, El Carro o La Justicia.

CUARTO CHAKRA

Situado en el corazón. Lo estimulan los colores rojo, naranja, índigo y violeta. Lo calman el amarillo, el verde y el azul, y sólo el índigo lo desbloquea. Visualizaremos en este chakra a El Ermitaño, La Rueda de la Fortuna o La Fuerza, y haremos lo mismo con la glándula timo, usando el azul turquesa para estimularlo y el rosa para desbloquearlo.

QUINTO CHAKRA

Situado en la base de la garganta. Lo estimula el color rojo. Lo calman los colores naranja, amarillo, índigo, azul y violeta. Sólo lo desbloquea el azul claro y violeta. Elegiremos para este chakra a El Colgado, La Muerte o La Templanza.

SEXTO CHAKRA

Situado en el entrecejo. Lo estimulan los colores rojo, naranja, azul y violeta. Lo calman el amarillo, el verde y el índigo. Sólo lo desbloquea el verde. Las láminas El Diablo, La Torre y La Estrella serían las elegidas.

SÉPTIMO CHAKRA

Situado en nuestra coronilla. Lo estimulan los colores naranja, verde, azul e índigo. Lo calman el rojo, el amarillo y el violeta. Sólo 16 desbloquean el índigo y el violeta. Usemos aquí La Luna, El Sol, El Juicio y El Mundo; por encima de la corona está la LUZ DE LUCES Y el color físico magenta o púrpura, del cual hace años que ya se habla en todas partes como el color más equilibrador.
En caso de que ya seáis sanadores, psicólogos o terapeutas y, a través de un método, queráis ayudar, tras sentirnos preparados para ello, por ejemplo, a alguien con una congestión general y no recordáis el color adecuado a cada chakra, podéis ayudar igualmente usando el color dorado o del sol, el blanco o el violeta.
Recordemos que además de estos siete (o nueve) centros energéticos tenemos los llamados chakras menores: uno encima de cada oreja, uno sobre el pecho, justo en medio del esternón; otro donde las clavículas se juntan; en cada palma de la mano; en cada planta del pie; por detrás de cada ojo, en la nuca; uno en cada gónada; uno cerca del hígado; uno conectado con el estómago; dos superpuestos encima del bazo; uno detrás de cada rodilla; uno cerca del timo y uno cerca del plexo solar.
En total, veintiún chakras menores, por los que circula toda nuestra energía, y a cada uno de ellos le corresponde una o varias láminas del Tarot en arcanos menores para su despertar o equilibrio.
Los chakras se dañan, rompen o bloquean por accidentes traumáticos, conmociones repentinas, estrés emocional, temores, ansiedad y agresividad constantes.
Las enfermedades de neuritis, migrañas, jaquecas, problemas de vista u oído, fiebre del heno, sinusitis, catarros y sistema nervioso en general, haríamos bien tratándolas desbloqueando y sedando el chakra del entrecejo. Los problemas cardiacos, sistema nervioso autónomo, nervio vago y trastornos circulatorios, desbloqueando y sedando el chakra cardiaco.
El asma, tuberculosis, bronquitis, enfisema, hipo o hipertiroides, desbloqueando y sedando el chakra laríngeo. Úlceras, diabetes, cáncer, vesícula biliar, erupciones de la piel, hígado, aparato digestivo, desbloqueando y sedando el chakra hepático. Enfermedades sexuales, desbloqueando y sedando alternativamente los chakras sacro y laríngeo. Con la ayuda del Tarot y su cromática podremos conseguir algo realmente efectivo.

FÓRMULA DE SANACIÓN HACIA EL PRÓJIMO

Meditemos en las láminas adecuadas hasta ser UNO con ellas; luego, unir a este método, para realizar una sanación físico-mental, los siguientes pasos: usa ropas de algodón o lana, nunca sintéticas, ya ser posible de colores claros, aunque en caso de algunas enfermedades psíquicas muy contagiosas, como, por ejemplo, la esquizofrenia o neurosis, deberemos ponernos ropajes solamente blancos.
Podemos además pedirle a la persona a tratar que traiga ropa interior no sintética, y trabajada encima de una mesa de madera, sin ningún objeto metálico. Poner en la estancia esencias olorosas de sándalo, mirra y rosas, en pequeñas cantidades; una música suave, lavar nuestras manos y, sin secadas, frotadas fuertemente una contra la otra con las puntas de los dedos hacia arriba; luego separadas y, descalzos, colocarnos al lado derecho de quien nos necesita, que estará boca arriba.
Las manos se colocarán encima del centro del chakra a tratar y primero percutiremos con la punta de los dedos toda la zona, poniendo nuestra mente en actitud de mover las mismas pegadas a las paredes del chakra. La actitud mental es muy importante y debemos mantener constante atención e incluso preguntar lo que siente si lo creemos necesario aunque yo siempre prefiero el silencio. Una vez percutido el chakra, la palma de la marta se colocará de nuevo en el centro girando en frotación suave hacia la izquierda, para sedar y aun penetrar más dentro del chakra y limpiado bien.
Hemos de recordar que los chakras sólo están alineados en la columna vertebral en las personas sanas y equilibradas” así que en !os demás las bocas y salidas energéticas deberan ser localizadas en la forma antes indicada. Una vez acabada esta operación de desbloqueo y limpieza, pediremos a nuestro «paciente» que se ponga boca arriba, nos lavaremos de nuevo las manos y, sin secadas, las volveremos a frotar y colocaremos en esta ocasión la mano derecha energía yang, en el chakra tratado, frotando suavemente en la piel y a unos centímetros de ella hacia la derecha.
La actitud mental para activar es también muy importante. Tienes que sentir que tu mano derecha es como un pincel lleno del color adecuado a cada caso, y que a cada giro depositas tu «pintura» especial en las paredes y todo el espacio del chakra desde su boca a su vértice. Luego, debes visualizar el chakra girando hacia la derecha a una velocidad adecuada, ni alta ni baja.
Una vez terminado este trabajo, lavar de nuevo nuestras manos y esta vez beber agua a pequeños sorbos, colocándonos después a los pies de nuestro paciente, poner nuestras manos en su empeine y sentir que una energía de color rojo sale de nuestro corazón para ir hacia el suyo; seguidamente nos colocamos en su cabeza y, tras sacudir nuestras manos, las vamos poniendo sobre su cabeza en los occipitales, sintiendo que emanamos una energía de color blanco, que también va hacia su corazón, donde, al mezclarse con el rojo, conforma el rosa, que por el sistema circulatorio llegará a todo el cuerpo.
Esto último pertenece a la sanación espiritual, y si lo realizas de forma altruista, sin esperar ningún tipo de gratificación, será lo que realmente cure a tu paciente. Para ello deberás tener mucha humildad y reconocerte tan sólo como un canal de la energía de la Tierra (rojo) y la energía del cielo (blanco).
El color a pintar por ti en sus espacios en blanco será el amarillo tirando a verdoso; esta combinación cromática he visto que da buenos resultados para el propio progreso anímico; el verde es el tono que más espacio personal aporta, por ello es aconsejable pintar de este color las salas de meditación o de trabajo interior, con un poco de amarillo (color de la sabiduría) en algunos lugares.
El amarillo hará que la mente vuele en los espacios de una esperanza que nos haga tomar decisiones acertadas y luminosas; esta lámina hará que tengas un refuerzo mental óptimo para salvar los obstáculos y encontrar la senda adecuada, y sobre todo te ayudará a no desilusionarte.

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