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El ambiente de la consulta

Es conveniente construir una situacion favorable para la videncia, con un ambiente tranquilo, adecuado para su manifestacion.
Los sonidos, las voces y las luces demasiado violentos tienden a mantenernos, como el animal que fuimos en la prehistoria, en un estado de alerta constante, con los sentidos bien despiertos, dispuestos a captar todo lo que puedan; por consiguiente el sexto sentido, es decir, el sentido del estado alfa, de la intuicion y de la videncia, inactivo por el exceso de estimulos, acaba adormeciendose.
Penumbra, luces discretas, sonidos amortiguados y un rincon un poco apartado de su vivienda seria mas que suficientes para aislar la mente, activando sus potencialidades ocultas. Si ademas tiene la suerte de disfrutar de una terraza o un jardin, siempre que esten protegidos de voces y miradas indiscretas, funcionara estupendamente.
En cualquier caso, no olvide encender una varita de incienso o de sandalo, utiles para revitalizar los centros sutiles de la videncia.
De forma similar, el perfume de unas hojas de laurel, la planta predilecta de la Sibila que profetizaba en Delfos, o una bolita de alcanfor chino, sustancia de matriz lunar, le ayudara a sintonizar con la frecuencia de la Luna, reina de la adivinacion.
Completaran la ambientacion un blanco lunar o, como alternativa, un tierno verde o un gris clarisimo en las paredes y, para las consultas importantes, dos velas encendidas, un vaso lleno de agua, y un platito con unos gramos de sal; todos ellos emblemas, junto con el incienso, de los cuatro elementos, respectivamente Fuego, Agua, Tierra y Aire.
Aunque los numerosos e improvisados cartomanticos presentes en las fiestas de barrio, en las playas, o en la television, parezcan desmentirlo, siempre se debe confiar de la adivinacion practicada en publico, realizada en una situacion de perturbacion y de ruidosa curiosidad: es mejor pasar por alto el incienso o el olor de las paredes, aunque resultan utiles, que sobre la regla inderogable de la reserva.
La relacion que se establece durante una sesion cartomantica es sumamente delicada. Equilibrada por sutiles armonias, muy sensible al perturbador viento del embarazo y de la inquietud, debe llevarse con discrecion. Por ello, es indispensable que se sienta a gusto, perfectamente metido en el papel de cartomantico, y que el consultante experimente la misma situacion de confiada tranquilidad

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